jueves, diciembre 19, 2013

La conquista Española de América y el Catolicismo. (Para meditar).

Aquí pues yo, Guaicaipuro Cuauhtémoc, he venido a encontrar a los que celebran el Encuentro. Aquí pues yo, descendiente de los que poblaron América hace cuarenta mil años, he venido a encontrar a los que se la encontraron hace quinientos. Aquí pues nos encontramos todos: sabemos lo que somos, y es bastante. Nunca tendremos otra cosa. 

El hermano aduanero europeo me pide papel escrito con visa para poder descubrir a los que me Descubrieron. El hermano usurero europeo me pide pago de una Deuda contraída por Judas a quienes nunca autoricé a venderme. El hermano leguleyo europeo me explica que toda Deuda se paga con intereses, aunque sea vendiendo seres humanos y países enteros sin pedirles consentimiento. Ya los voy descubriendo. 

También yo puedo reclamar pago. También puedo reclamar intereses. Consta en el Archivo de Indias, papel sobre papel, recibo sobre recibo, firma sobre firma, que sólo entre el año de 1503 y el de 1660 llegaron a Sanlúcar de Barrameda 185 mil kilos de oro y 16 millones de kilos de plata provenientes de América. ¿Saqueo? No lo creyera yo, porque es pensar que los hermanos cristianos faltan a su séptimo mandamiento. ¿Expoliación? Guárdeme Tonatzin de figurarme que los europeos, igual que Caín, matan y después niegan la sangre del hermano. ¿Genocidio? Eso sería dar crédito a calumniadores como Bartolomé de las Casas, que califican al Encuentro de Destrucción de las Indias, o a ultrosos como el doctor Arturo Uslar Pietri, quienes afirman que el arranque del capitalismo y de la actual civilización europea se debió a esa inundación de metales preciosos. 

No, esos 185 mil kilos de oro y 16 millones de kilos de plata deben ser considerados como el primero de varios préstamos amigables de América para el desarrollo de Europa. Lo contrario, sería presuponer crímenes de guerra, lo cual daría derecho, no sólo a exigir devolución inmediata, sino a indemnización por daños y perjuicios. Yo, Guaicaipuro Cuauhtémoc, prefiero creer en la menos ofensiva de la hipótesis. Tan fabulosas exportaciones de capital no fueron más que el inicio de un Plan Marshalltzuma para garantizar la reconstrucción de la bárbara Europa, arruinada por sus deplorables guerras contra los cultos musulmanes, defensores del álgebra, la poligamia, el baño cotidiano y otros logros superiores de la civilización. 

Por ello, al acercarnos al Quinto Centenario del Empréstito, podemos preguntarnos: ¿han hecho los hermanos europeos un uso racional, responsable, o por lo menos productivo de los recursos tan generosamente adelantados por nuestro Fondo Indoamericano Internacional? 

Deploramos decir que no. En lo estratégico, lo dilapidaron en batallas de Lepanto, Armadas Invencibles, Terceros Reichs y otras formas de exterminio mutuo, sin más resultado que acabar ocupados por las tropas gringas de la OTAN, como Panamá (pero sin canal). En lo financiero, han sido incapaces -después de una moratoria de 500 años- tanto de cancelar capital o intereses, como de independizarse de las rentas líquidas, las materias primas y la energía barata que les exporta el Tercer Mundo. 

Este deplorable cuadro corrobora la afirmación de Milton Friedman conforme a la cual una economía subsidiada jamás podrá funcionar. Y nos obliga a reclamarles -por su propio bien- el pago de capital e intereses que tan generosamente hemos demorado todos estos siglos. Al decir esto, aclaramos que no nos rebajaremos a cobrarles a los hermanos europeos las viles y sanguinarias tasas flotantes de interés de un 20% y hasta un 30% que los hermanos europeos cobran a los pueblos del Tercer Mundo. Nos limitaremos a exigir la devolución de los metales preciosos adelantados, más el módico interés fijo de un 10% anual acumulado durante los últimos trescientos años. 

Sobre esta base, y aplicando la europea fórmula del interés compuesto, informamos a los Descubridores que sólo nos deben, como primer pago de la Deuda, una masa de 185 mil kilos de oro y otra de 16 millones de kilos de plata, ambas elevadas a potencia de trescientos. Es decir: un número para cuya expresión total serían necesarias más de trescientas cifras, y que supera ampliamente el peso de la Tierra. Muy pesadas son estas moles de oro y de plata. ¿Cuánto pesarían calculadas en sangre? 

Aducir que Europa en medio milenio no ha podido generar riquezas suficientes para cancelar este módico interés, sería tanto como admitir su absoluto fracaso financiero y/o la demencial irracionalidad de los supuestos del capitalismo. Tales cuestiones metafísicas, desde luego, no nos inquietan a los indoamericanos. Pero sí exigimos la inmediata firma de una Carta de Intención que discipline a los pueblos deudores del Viejo Continente, y los obligue a cumplirnos sus compromisos mediante una pronta Privatización o Reconversión de Europa, que les permita entregárnosla entera como primer pago de su Deuda histórica. 

Dicen los pesimistas del Viejo Mundo que su civilización está en una bancarrota que le impide cumplir sus compromisos financieros o morales. En tal caso, nos contentaríamos con que nos pagaran entregándonos la bala con la que mataron al poeta. 

Pero no podrán: porque esa bala, es el corazón de Europa. 



El 18 de octubre de 1990, el diario "El Nacional" de Caracas, Venezuela, le publica la conocida carta "Guaicaipuro Cuauhtémoc cobra la deuda a Europa", que algunas personas y medios desinformados la toman como propia de un cacique. 
En realidad fue escrita por:
  
Luis Britto García 


Luis Britto García, abogado, periodista, profesor, narrador, ensayista, novelista, dramaturgo, y por lo tanto escritor, es venezolano. Nació el 9 de octubre de 1940, actualmente vive en Venezuela y tiene 69 años. 

Se graduó como abogado de la Universidad Central de Venezuela en 1.962 y de doctor en derecho en la misma universidad en 1.969. Obtuvo un diploma de estudios avanzados sobre América Latina y un Ecole des Hautes Etudes en ciencias sociales en París por el año de 1.982. Es profesor de la facultad de ciencias económicas y sociales de la Universidad Central de Venezuela desde 1.966, y tiene el rango de titular desde el año de 1.988. 

Entre sus obras literarias más conocidas se pueden encontrar: “Los fugitivos y otros cuentos” (1.964), “Racha”(1.970), “Rajatabla”(1.970), uno de los primeros diez títulos de la colección de Monte Ávila Editores: “Biblioteca básica de autores venezolanos”, “Venezuela tuya” (1.971), representada por más de 2 años en toda América Latina, “Así es la casa” (1.971), “Vela de armas” (1.972), “El tirano Aguirre” o “La conquista de El Dorado” (1.976), “Abrapalabra” (1.979), “Suena el teléfono” (1.979), “La misa del esclavo” (1.980), “Me río del mundo” (1.981), “La orgía imaginaria” (1.984), “La máscara del poder” (1.989), “El poder sin la máscara” (1.990), “El imperio contracultural” (1.990), “Pirata” (1.993), “La opera salsa” (1.997) con música de Cheo Reyes, y “Golpe de gracia” (2.001), para no nombrar otras de sus mas de 60 obras literarias y títulos reconocidos. 

Por supuesto, por la calidad y contenido de sus obras recibió muchos premios entre los cuales se encuentran: Premio Casa de las Americas, por “Rajatabla” en 1.970 y por “Abrapalabra” en 1.979, Premio Latinoamericano de Dramaturgia Andrés Bello por “La misa del esclavo” en 1.980, Premio Municipal de Teatro por “El tirano Aguirre” en 1.975, Premio de Teatro Juana Sujo por “Venezuela tuya” en1.971), Premio de Literatura Humorística Pedro León Zapata por “Como me río del mundo” en 1.981, Premio Municipal mención ensayo en 1999 y Premio Ezequiel Martínez Estrada en 2005, pero sin lugar a dudas además de estos y otros premios el mas importante que recibió fue el Premio Nacional de Literatura en 2.002 por el conjunto de su obra. 

Varias veces me llegaron e-mails, con esta supuesta conferencia, que terminan, por lo general, de esta manera: 

"Cuando el Cacique Guaicaipuro Cuauhtémoc dio su conferencia ante la reunión de JEFES DE ESTADO DE LA COMUNIDAD EUROPEA, no sabía que estaba exponiendo una tesis de Derecho Internacional para determinar LA VERDADERA DEUDA EXTERNA. Ahora solo resta que algún gobierno, latinoamericano tenga el valor suficiente para hacer el reclamo ante los Tribunales Internacionales." 

Mi propósito es reconocer y agradecer a Luis Britto García por darnos la oportunidad reflexionar un poco más. 



Fuente: http://www.kaosenlared.net/noticia/sucederia-si-guaicaipuro-cuauhtemoc-cobra-deuda-europa


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